lunes, 23 de enero de 2012

El café, en la teoría y en la práctica

Aunque hay muchas leyendas sobre el origen del café, no existe ninguna constancia histórica que lo mencione antes del siglo IX.

Quizás la leyenda más conocida sobre el café sea la del pastor de la región montañosa de Kaffa en Etiopía. Según esta historia, un pastor de nombre Kaldi vio a sus cabras inusitadamente nerviosas después de haber ingerido bayas de este producto, puesto que la pulpa se metaboliza pero no así el grano que es el que contiene la cafeína.



Hoy, os acercamos al maravilloso mundo del café. De la mano de Café Telatte y Cafés Veracruz, os introduciremos en las especies más conocidas del café y os explicaremos las características de cada una de ellas.

Comenzaremos por el café Colombia Supremo, es conocido como uno de los mejores cafés suaves del mundo. De extraordinaria calidad, con aroma perfumado y afrutado, cuerpo ligero y un cierto toque de acidez. Ideal para las personas que no le guste un café excesivamente fuerte. Es un café ideal para tomarlo solo. Y puede encontrarse también en su modalidad descafeinada. Un grano más verde, y por supuesto, sin cafeína.




Por otra parte, tenemos el Kenia AA Plus; un café en este caso de acidez persistente, cuerpo cremoso y aromas picantes. Es un café fuerte, para los verdaderos amantes y adictos al café. Se trata de uno de los cafés africanos más importantes, y famosos. Se caracteriza por tener un gusto especialmente largo, que permanece en el paladar un tiempo después de haberlo probado.



Brasil Bourbon, es el siguiente de los que analizaremos. El bourbon, crece mejor en altitudes superiores a los 1.000 metros. Destaca en él su sabor a chocolate y almendra. Y es de acidez media y alta. Su sabor es más marcado a medida que aumenta la altura en la que es cultivado. En concreto, el Brasil, es una variedad del Bourbon original; tiene una forma menos cónica con más ramas secundarias. Las hojas son anchas y onduladas en los bordes y el fruto es relativamente pequeño y denso.


Ahora que conocemos un poquito más del mundo del café, solo nos queda elegir nuestro favorito, y disfrutar de él, de las múltiples formas que pueden hacerse.





Es evidente, que hay muchas más variedades de café, quizá en otra ocasión podamos explicarlo para que la entrada no se haga demasiado densa.Todavía nos falta hablar de los dos cafés más caros del mundo, y explicar el por qué de su precio tan alto. Así que a la espera de una segunda entrega, os vamos introduciendo en el maravilloso mundo del 'grano de oro' el café.







Y para que os vayáis haciendo la boca agua... he aquí un capuccino de este maravilloso lugar, Café Telatte, en La Coruña.

viernes, 20 de enero de 2012

La tarta que casi no consigue serlo

El postre que hoy os traigo ha sido el primero de todos las que os he enseñado que casi no consigo llevar a cabo. La receta original es esta y, precisamente por no seguirla paso a paso, puede que nosaliese como debería haber salido. Se trata de una Mousse de chocolate blanco con galletas oreo, yo cambié el chocolate blanco por el negro y doble las cantidades para hacer una tarta más grande, ya que era para bastantes personas.

INGREDIENTES (los originales)

300 gr. de galletas oreo
100 gr. de mantequilla
Un vaso azúcar
150 gr. de chocolate (para fundir)
Medio litro de leche
600 cl. de nata para montar
2 sobres de gelatina
Leche condensada

En primer lugar hay que hacer la base para la tarta. Pata ello hay que triturar las galletas oreo y mezclarlas con la mantequilla (ligeramente derretida). El resultado será una pasta que habrá que poner en el fondo del molde. Al igual que en la de tarta tres chocolates, os recomiendo que el molde sea desmoldable. Una vez hayáis puesto la base, podéis meter el molde en el frigorífico para que endurezca antes.


En el siguiente paso hay que hacer la "crema". En una olla, y a fuego lento, ponemos la nata, el azúcar y cuatro cucharadas de leche condensada. Removemos y cuando se haya unificado todo, añadimos el chocolate.

En otro recipiente hay que mezclar la gelatina con la leche (supongo que se podrá cambiar la gelatina por cuajada) y cuando esté disuelta, añadimos la mezcla a la anterior sin dejar de remover. Hay que dejar que hierva, aproximadamente, dos minutos y, tras este tiempo, retirarlo del fuego.


El siguiente paso es verter el contenido sobre la base de galletas y dejarlo enfriar un par de horas para que cuaje. Pasado este tiempo toca desmoldar y decorar: virutas de chocolate blanco o negro, galleta rayada...


La receta en sí es fácil, aunque cuando yo la experimenté sucedieron una serie de catastróficas desdichas: la "crema" no espesaba, el molde no encajaba bien y empezó a salirse todo por los lados, lo que pude salvar no cuajaba... por lo que decidí trasladar la galleta triturada y ponerla en otro molde, verter el líquido que pude salvar a una olla y echar un poco más de todo, aunque esta vez utilicé cuajada para que espesara. El resultado final es este, no se si tendría que quedar así... ¡¡pero de sabor estaba riquísima!!


¿Alguien que haya hecho esta tarta puede darnos algún consejo? ¡¡Queremos saber vuestra opinión!!

NOVEDAD: ¡¡Estrenamos nueva sección!! Queremos saber vuestras recetas y lugares preferidos para tomar buenos cafés, cócteles y, por supuesto, postres. Podéis escribirnos a itsasweetsensation@gmail.com con vuestras recomendaciones. ¡Esperamos vuestra participación!

miércoles, 18 de enero de 2012

Laydown, para una noche diferente

Unos cócteles, o una cena con plena dieta mediterránea... Nosotras nos decantamos por lo primero, para aprovechar y poder mostraroslo.
Lo que es evidente es que Laydown, es un lugar donde pasar una noche diferente.


El local es todo blanco, y está plagado de camas. Tan solo dispone de unas cuantas mesas, por si el hecho de estar tumbado, no te agrada demasiado. 

Antes de subirte a las camas (blancas, por supuesto) debes descalzarte (algo lógico si no queremos que acaben siendo negras...)

La música en directo los fines de semana, ameniza mucho la noche... La cantante es muy buena, y la intensidad de la música y el ritmo, van subiendo según avanzan las horas, interactúa mucho con el público, pero siempre de forma muy divertida y aunque hace descansos, durante ese tiempo en el local suena música más tipo "chill out" con la que poder conversar tranquilamente.

A la hora de seleccionar nuestra consumición, nos decantamos por el 'Raspberry Collins', con ginebra Tanqueray, frambuesa, y un toque cítrico de limón. Delicioso. 

El precio no está mal teniendo en cuenta cuánto puede costar una copa en la noche madrileña... El cóctel sale a 10 euros. 

Sin duda os recomendamos este local, situado en la Plaza de los Mostenses, metro Plaza de España, para una noche con amigos, o una velada con tu pareja. Nosotras, ¡repetiremos!



jueves, 5 de enero de 2012

Roscón de Reyes

Dado que estamos en víspera de Reyes, hoy no podía traeros otra receta que no fuera un roscón. Quizá es un poco precipitado, pero todavía estáis a tiempo de hacerlo y degustarlo de la forma que más os guste. Me he basado en este receta pero la he modificado un poco y el relleno lo he hecho a mi gusto.

INGREDIENTES

Para el prefermento: 150 ml de leche, 1 sobre de levadura fresca de panadería (no vale la levadura Royal), 1 cucharadita de azúcar y 150 gr de harina de fuerza (mucho mejor que la normal).

Para la masa: 150 gr de azúcar, la ralladura de una naranja, 50 gr. de mantequilla, dos huevos, una cucharadita de esencia de vainilla, 350 gr de harina de fuerza, media cucharadita de sal. También podéis añadir una cucharadita de ron moreno (si tenéis).

Decoración: un huevo batido para pintar el roscón, un brick de nata para montar, azúcar glas, chocolate en polvo, azúcar y almendras. La nata simplemente tendréis que montarla y, si queréis hacer trufa, tendréis que mezclar el cacao en polvo, el azúcar glas y la nata y montarlo todo.


El primer paso es hacer el prefermento. Tenéis que mezclar en un recipiente todos los ingredientes que he enumerado anteriormente hasta que os quede una masa grumosa. Tapad el recipiente con papel transparente y guardarlo en un lugar cálido unos 30 o 40 minutos, hasta que doble su volumen.

CONSEJO: si pasado este tiempo no ha doblado su volumen, ponedlo en el horno a temperatura baja (máximo 50 grados) hasta que lo consiga.

Mientras el prefermento va doblando su volumen podéis hacer la masa en sí. En un cuenco tenéis que poner el azúcar, la harina y la sal. Tras éstos, haced un agujerito en el centro y poned los dos huevos, la mantequilla (algo reblandecida), la ralladura de naranja y la esencia de vainilla. Normalmente en vez de esencia, el roscón lleva aroma de azahar pero como no tenía en casa, lo he sustituido por ésta.

Ahora es el momento de mezclarlo todo. Es preferible que lo hagáis con las manos, ya que se amasará mejor y quedará más uniforme.

Una vez que esta masa esté hecha hay que juntarla con el prefermento. Para ello enharinar la encimera y poned algo de harina o aceite en vuestras manos, así evitaréis que se os pegue todo. Hay que amasar unos 10 minutos hasta que quede una masa elástica y lisa. Tras esto, hay que introducir la masa en un cuenco, un poco aceitado para evitar que se pegue, y dejar que fermente de nuevo. Ya sabéis que podéis dejar que doble su tamaño “al aire” o metiéndolo un poco en el horno.

Una vez que haya aumentado de volumen, es el momento de darle forma. Lo ideal es que paséis la masa a una bandeja de horno (con papel de plata debajo) y ahí le deis la forma de rosco.

CONSEJO: para hacer la forma, lo mejor es que hagáis un agujero en el centro y, a partir de éste, vayáis amasando y haciendo el círculo.

Cuando tengáis hecha la forma es hora de decorarlo y de meter las sorpresas. Introducidlas haciendo un pequeño agujerito y tapando después. A continuación hay que pintar con huevo la superficie y decorar al gusto: en mi caso lo he hecho con azúcar (previamente pasada por agua, pero muy poco, sólo humedecida para que se formen grumitos) y con almendra en pedacitos.

A continuación, el roscón tiene que volver a fermentar (siguiendo el mismo proceso que antes). Una vez que la masa haya doblado el volumen toca hornearla. Tendréis que poner el horno a una temperatura de unos 180 grados e introducir el roscón unos 15-20 minutos. Como esto varía dependiendo del horno, la mejor prueba para saber si está hecho es fijarse si el roscón está dorado.

Para rellenarlo, en caso de que queráis hacerlo, hay que esperar a que el roscón se enfríe… es por eso que no os muestro las fotos del roscón relleno… ¡¡¡porque esperaré a mañana por la mañana para tomarlo reciente!!! Los rellenaré mitad nata, mitad trufa.

Que tengáis todos un bonito día y recibáis todos los regalos que merezcáis.